domingo, 3 de mayo de 2015

¿Tiene fin el universo?

Fuente: astrored

¿Cómo morirá el universo? El mero hecho de intentar responder a esta pregunta, que es la cuestión definitiva de la cosmología, excede a los límites de los conocimientos actuales. Sin embargo, la búsqueda de una solución a este intrincado asunto ha desafiado y reformado, en los últimos 20 años, muchas de nuestras ideas fundamentales sobre el cosmos. No hace mucho, el destino del universo parecía relativamente claro, y había tres posibles resultados. El escoger el acertado era, simplemente, cuestión de afinar en los cálculos.
Fuente: taringa

La solución más ampliamente aceptada quizá era que el mundo terminaría en un Big Crunch, o “Gran Implosión”, donde menguaría la tasa de expansión y empezaría a dominar la gravedad. La expansión se invertiría entonces y, a lo largo de muchos miles de millones de años, las galaxias y los cúmulos de galaxias irían acercándose poco a poco. Conforme se comprimiera, también se calentaría hasta que, finalmente, todo se descompondría en una sopa de partículas parecida a la que se produjo con el Big Bang, y el universo volvería a la singularidad de la que surgió.

La teoría del Big Crunch tiene el atractivo de que es un final pero, al tiempo, abre la posibilidad de una continuidad: tal implosión podría dar lugar a un nuevo Big Bang y a todo un universo nuevo. Este ciclo podría haberse producido ya muchas veces atrás, antes de dar lugar a nuestro cosmos particular que conocemos.

Las otras dos opciones eran, en definitiva, variaciones sobre el mismo tema. La expansión del universo podría ser demasiado potente como para que la gravedad pudiera siquiera aminorar su marcha, o las cosas podrían estar tan equilibradas que la expansión se ralentizaría poco a poco hasta hacerse casi nula, pero el universo no llegaría nunca a contraerse. Cualquiera de los dos escenarios condena al universo a un “Big Chill”, o “Gran Enfriamiento”, en donde conforme la materia del cosmos se dispersa y escasea el material para la formación de estrellas, la luz del universo se debilita hasta apagarse y lo único que queda es una larga eternidad fría.

domingo, 26 de abril de 2015

¿Hay gravedad en el espacio?

Fuente: Universocuantico

A pesar de lo que se suele pensar, los astronautas que solemos ver están en una región del espacio donde sí hay gravedad (de hecho, como la Estación Espacial está a tan solo 400 km de altura, no tienen una gravedad muy diferente a la nuestra).

Fuente: eltamiz
Sin embargo, ésta no se nota. Esto sucede porque los astronautas están en una continua caída libre, en una situación similar a la que experimentarías si estuvieras en un ascensor y se rompiesen los cables.

En estas situaciones (o cuando te tiras de un avión por ejemplo), sigue existiendo la misma gravedad (ya que ésta es originada por la Tierra), pero no la sientes debido a que al estar cayendo con una aceleración igual a la de la gravedad, sobre tí (y solo sobre tí, si hubiera una persona al lado tuyo pero que no cae sentiría perfectamente la gravedad) aparentemente no existe ninguna fuerza neta.

En el caso del astronauta, esta fuerza que parece compensar a la de la gravedad es la fuerza centrífuga, la cual, por estar dando vueltas alrededor de la Tierra, experimentas que te empuja hacia “afuera”. Y dado que a su vez tienes a la gravedad de la Tierra que te empuja hacia “abajo”, el resultado es que no sientes ninguna fuerza.

A esta sensación de no gravedad cuando en realidad sí que hay, se le denomina ingravidez.

Regiones sin gravedad

En ocasiones, el argumento anterior puede hacer pensar que en el espacio siempre hay gravedad entonces. Pero esto tampoco es cierto.

La gravedad que genera un cuerpo (como la Tierra) disminuye con la distancia a dicho cuerpo, por lo que suficientemente lejos, no experimentaremos una gravedad apreciable.

Por ejemplo, entre la Luna y la Tierra, hay un punto donde la gravedad de éstas se compensa, obteniendo un lugar donde aproximadamente no existe gravedad.
Claro que a medida que nos alejamos de estos cuerpos, tenemos que considerar a otros objetos.
Si nos situámos entre las órbitas de la Tierra y Marte, con estos dos planetas suficientemente lejos, pensaríamos que la gravedad sería cero. Sin embargo, esto no es así porque nos estábamos olvidando al Sol, el mayor cuerpo del Sistema Solar, y que es el que atrae gravitatoriamente a todos los planetas, incluídos a nosotros en ese punto.
Si nos alejamos del Sistema Solar, predomina la gravedad de otras estrellas, o de la propia Galaxia.

Luego, lo difícil es estar en un lugar donde la gravedad sea estrictamente cero.

domingo, 19 de abril de 2015

Materia oscura

Fuente: principiamarsupia

La “materia oscura” constituye el 85% de toda la materia de nuestro Universo. Sin embargo, aunque sabemos que existe, hasta ahora no habíamos podido detectarla. Comprender la naturaleza de la materia oscura constituye uno de los grandes “problemas sin resolver” de la Física.
En un artículo científico que se publica hoy en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, un equipo de astrónomos anuncia lo que podría ser la primera detección de materia oscura.
Fuente: .educacioncontracorriente

(Nota: no confundir “materia oscura” con “energía oscura” ni con “anti-materia”. Son tres conceptos diferentes. En este post sólo hablamos de “materia oscura”).

¿Por qué es tan difícil observar la materia oscura?

La materia oscura no emite ni absorbe luz, por lo tanto, es imposible verla. (Y de ahí lo de “oscura”).

¿Cómo sabemos que la materia oscura existe si no podemos verla?

Aunque no podamos verla, sabemos que la materia oscura existe por los efectos que provoca. La materia oscura ejerce atracción gravitatoria sobre la materia que sí podemos ver.

Por ejemplo: las galaxias en espiral giran más rápido de lo que deberían si la única materia que existiese en ellas fuese la materia de sus estrellas.

Existen varias otras evidencias de que la materia oscura existe: lentes gravitacionales, ciertas fluctuaciones en el Fondo Cósmico de Microondas, etc.

¿De qué está compuesta la materia oscura?

La materia “visible”, es decir, la materia que vemos a nuestro alrededor está formada por átomos (protones y neutrones).

Todavía no sabemos qué compone la materia oscura, pero la evidencia parece indicar que NO está formada por protones y neutrones sino por algún tipo diferente de partículas.

Existen diferentes propuestas teóricas sobre las partículas que componen la materia oscura: las más conocidas son los llamados “axiones” y las “partículas supersimétricas”.

Al principio del post decíamos que hoy anuncia la posible primera detección de materia oscura. ¿En qué consiste el experimento?

El astrónomo George Fraser y su equipo estaban estudiando los rayos X que provienen del Sol y detectaron ligeras variaciones en la cantidad de esta radiación según la posición del telescopio.

Ningún fenómeno conocido parece explicar esas variaciones y Fraser ha propuesto que quizás se deben a unas partículas de materia oscura conocidas como “axiones”.

Los axiones se producirían en el Sol, viajarían por el espacio hasta chocar con el campo magnético terrestre cuando se convertirían en rayos X.

¿Este resultado es definitivo?

No, todavía hay que realizar muchos más análisis para confirmar que las variaciones de rayos X corresponden a partículas de materia oscura.

Como con cualquier otro descubrimiento científico, serán necesarios otros experimentos independientes para que podamos asegurar que George Fraser y su equipo fueron los primeros en detectar materia oscura.

domingo, 12 de abril de 2015

Nubes espaciales

Fuente: Astromia

Las nebulosas son estructuras de gas y polvo interestelar. Según sean más o menos densas, son visibles, o no, desde la Tierra.
Fuente: veoveoqueves

Las nebulosas se puede encontrar en cualquier lugar del espacio interestelar. Antes de la invención del telescopio, el término nebulosa se aplicaba a todos los objetos celestes de apariencia difusa. Como consecuencia de esto, a muchos objetos que ahora sabemos que son cúmulos de estrellas o galaxias se les llamaba nebulosas.

Se han detectado nebulosas en casi todas las galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea. Dependiendo de la edad de las estrellas asociadas, se pueden clasificar en dos grandes grupos:

1.- Asociadas a estrellas evolucionadas, como las nebulosas planetarias y los remanentes de supernovas.

2.- Asociadas a estrellas muy jóvenes, algunas incluso todavía en proceso de formación, como los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.

Clasificación de las nebulosas según su luz:

Si se atiende al proceso que origina la luz que emiten, las nebulosas se pueden clasificar en:

Las nebulosas de emisión, cuya radiación proviene del polvo y los gases ionizados como consecuencia del calentamiento a que se ven sometidas por estrellas cercanas muy calientes. Algunos de los objetos más sorprendentes del cielo, como la nebulosa de Orión, son nebulosas de este tipo.

Las nebulosas de reflexión reflejan y dispersan la luz de estrellas poco calientes de sus cercanías. Las Pléyades de Tauro son un ejemplo de estrellas brillantes en una nebulosa de reflexión.

Las nebulosas oscuras son nubes poco o nada luminosas, que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. La razón por la que no emiten luz por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube. Una de las más famosas es la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en Orión. Toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramo

domingo, 29 de marzo de 2015

Grandes rocas viajando por el espacio

Fuente: astromia

La palabra meteorito significa fenómeno del cielo y describe la luz que se produce cuando un fragmento de materia extraterrestre entra a la atmosfera de la Tierra y se desintegra.

Fuente: taringa
La palabra meteoroide se aplica a la propia partícula, sin hacer referencia al fenómeno que se produce cuando entra a la atmosfera. Hay muchísimos meteoroides y pocos meteoritos. Algunos de los meteoritos que se han estudiado parece que venían de la Luna y otros de Marte. La mayoría, sin embargo, son fragmentos de asteroides o de cometas.

También hay corrientes de meteoroides, que se han formado por la desintegración de núcleos de cometas. Cuando coinciden con la Tierra se origina una lluvia de meteoritos (o, si es muy intensa, una tempestad) que puede durar unos cuantos días.
Cada día entran en la atmósfera terrestre una gran cantidad de meteoroides, varios cientos de toneladas de materia. Pero la mayoría son muy pequeños. Sólo los grandes alcanzan la superficie para convertirse en meteoritos. El mayor meteorito encontrado (Hoba, en Namibia) pesa 60 toneladas.

Los meteoroides entran en la atmósfera a una velocidad media que oscila entre 10 y 70 km/s. Los pequeños y medianos se frenan rápidamente hasta unos cientos de km/hora debido a la fricción, y cuando caen a tierra (si llegan) lo hacen con poca fuerza. Solamente los grandes conservan la velocidad suficiente para dejar un cráter.

Hay tres clases de meteoritos: los litosideritos estan formados por materiales rocosos y hierro. Constituyen apenas un uno por ciento de los meteoritos. Los meteoritos rocosos, formados solamente por rocas, son los más abundantes. Los meteoritos ferrosos, un 6% del total, contienen gran cantidad de hierro.

El estudio de meteoritos revela datos interesantes. Son buenos ejemplos de la materia primitiva del Sistema Solar, aunque en algunos casos sus propiedades han sido alteradas.

El único hierro que conocían los humanos antes de inventar la forja provenía de los meteoritos. Los minerales terrestres que contienen hierro no tienen resistencia. El hierro extraterrestre nos puso en la pista de la metalúrgia.

Algunas catástrofes del pasado pueden haber sido causadas por meteoritos, como la extinción de los dinosaurios del Cretaceo, hace 65 millones de años, provocada por la caída de un meteorito de unos 10 Km. de diámetro. O, al menos, así lo creen algunos astrónomos.

domingo, 22 de marzo de 2015

¿Existen los agujeros negros?

Fuente: astromia

Los llamados agujeros negros son cuerpos con un campo gravitatorio muy grande, enorme. No puede escapar ninguna radiación electromagnética ni luminosa, por eso son negros. Están rodeados de una "frontera" esférica que permite que la luz entre pero no salga.
Fuente: astromia

Hay dos tipos de agujeros negros: cuerpos de alta densidad y poca masa concentrada en un espacio muy pequeño, y cuerpos de densidad baja pero masa muy grande, como pasa en los centros de las galaxias.

Si la masa de una estrella es más de dos veces la del Sol, llega un momento en su ciclo en que ni tan solo los neutrones pueden soportar la gravedad. La estrella se colapsa y se convierte en agujero negro.

Stephen Hawking y los conos luminosos

El científico británico Stephen W. Hawking ha dedicado buena parte de su trabajo al estudio de los agujeros negros. En su libro Historia del Tiempo explica cómo, en una estrella que se está colapsando, los conos luminosos que emite empiezan a curvarse en la superficie de la estrella
Al hacerse pequeña, el campo gravitatorio crece y los conos de luz se inclinan cada vez más, hasta que ya no pueden escapar. La luz se apaga y se vuelve negro.

Si un componente de una estrella binaria se convierte en agujero negro, toma material de su compañera. Cuando el remolino se acerca al agujero, se mueve tan deprisa que emite rayos X. Así, aunque no se puede ver, se puede detectar por sus efectos sobre la materia cercana.

Los agujeros negros no son eternos. Aunque no se escape ninguna radiación, parece que pueden hacerlo algunas partículas atómicas y subatómicas.

Alguien que observase la formación de un agujero negro desde el exterior, vería una estrella cada vez más pequeña y roja hasta que, finalmente, desaparecería. Su influencia gravitatoria, sin embargo, seguiría intacta.
Como ocurrió en el Big Bang, también en los agujeros negros se da una singularidad, es decir, las leyes físicas y la capacidad de predicción fallan. En consecuencia, ningún observador externo, si lo hubiese, podría ver qué ocurre dentro.

Las ecuaciones que intentan explicar una singularidad, como la que se da en los agujeros negros, han de tener en cuenta el espacio y el tiempo. Las singularidades se situarán siempre en el pasado del observador (como el Big Bang) o en su futuro (como los colapsos gravitatorios), pero nunca en el presente. Esta curiosa hipótesis se conoce con el nombre de censura cósmica.

domingo, 15 de marzo de 2015

Contelaciones

Fuente: astromia

Las estrellas que se pueden observar en una noche clara forman determinadas figuras que llamamos "constelaciones", y que sirven para localizar más fácilmente la posición de los astros. En total, hay 88 agrupaciones de estrellas que aparecen en la esfera celeste y que toman su nombre de figuras religiosas o mitológicas, animales u objetos. Este término también se refiere a áreas delimitadas de la esfera celeste que comprenden los grupos de estrellas con nombre.
Fuente: bitacoradegalileo

Los dibujos de constelaciones más antiguos que se conocen señalan que las constelaciones ya habían sido establecidas el 4000 a.C. Los sumerios le dieron el nombre a la constelación Acuario, en honor a su dios An, que derrama el agua de la inmortalidad sobre la Tierra. Los babilonios ya habían dividido el zodíaco en 12 signos iguales hacia el 450 a.C.
Las actuales constelaciones del hemisferio norte se diferencian poco de las que conocían los caldeos y los antiguos egipcios. Homero y Hesíodo mencionaron las constelaciones y el poeta griego Arato de Soli, dio una descripción en verso de 44 constelaciones en su Phaenomena. Tolomeo, astrónomo y matemático griego, en el Almagesto, describió 48 constelaciones, de las cuales, 47 se siguen conociendo por el mismo nombre.

Muchos otras culturas agruparon las estrellas en constelaciones, aunque no siempres se corresponden con las de Occidente. Sin embargo, algunas constelaciones chinas se parecen a las occidentales, lo que induce a pensar en la posibilidad de un origen común.

A finales del siglo XVI, los primeros exploradores europeos de los mares del Sur trazaron mapas del hemisferio austral. El navegante holandés Pieter Dirckz Keyser, que participó en la exploración de las Indias orientales en 1595 añadió nuevas constelaciones. Más tarde fueron añadidas otras constelaciones del hemisferio sur por el astrónomo alemán Johann Bayer,que publicó el primer atlas celeste extenso.

Muchos otros propusieron nuevas constelaciones, pero los astrónomos acordaron finalmente una lista de 88. No obstante, los límites de las constelaciones siguieron siendo tema de discusión hasta 1930, cuando la Unión Astronómica Internacional fijó dichos límites.
Para designar las aproximadamente 1.300 estrellas brillantes, se utiliza el genitivo del nombre de las constelaciones, precedido por una letra griega; este sistema fue introducido por Johann Bayer. Por ejemplo, a la famosa estrella Algol, en la constelación Perseo, se le llama Beta Persei.

Entre las constelaciones más conocidas se hallan las que se encuentran en el plano de la órbita de la Tierra sobre el fondo de las estrellas fijas. Son las constelaciones del Zodíaco. Ademas de estas, algunas muy conocidas son Cruz del Sur, visible desde el hemisferiosur, y Osa Mayor, visible desde el hemisferio Norte. Estas y otras constelaciones permiten ubicar la posición de importantes puntos de referencia como, por ejemplo, los polos celestes.
La mayor constelación de la esfera celeste es la de Hydra, que contiene 68 estrellas visibles a simple vista. La Cruz del Sur, por su parte, es la constelación más pequeña.

domingo, 8 de marzo de 2015

Los eclipses...

Fuentes: astromia

Un eclipse solar consiste en el oscurecimiento total o parcial del Sol que se observa desde un planeta por el paso de un satélite, como por ejemplo el paso de la Luna entre el Sol y la Tierra. Un eclipse de Sol sólo es visible en una estrecha franja de la superficie de la Tierra. Cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyecta sombra en una determinada parte de la superficie terrestre, y un determinado punto de la Tierra puede estar inmerso en el cono de sombra o en el cono de penumbra.

Fuente: taringa
Aquellos que se encuentren en la zona en la cual se proyecta el cono de sombra verán el disco de la Luna superponerse íntegramente al del Sol, y en este caso se tendrá un eclipse solar total. Quienes se encuentren en una zona interceptada por el cono de penumbra, verán el disco de la Luna superponerse sólo en parte al del Sol, y se tiene un eclipse solar parcial.

Se da también un tercer caso, cuando la Luna nueva se encuentra en el nodo a una distancia mayor con respecto a la media, entonces su diámetro aparente es más pequeño con respecto al habitual y su disco no alcanza a cubrir exactamente el del Sol. En estas circunstancias, sobre una cierta franja de la Tierra incide no el cono de sombra sino su prolongación, y se tiene un eclipse solar anular, pues alrededor del disco lunar queda visible un anillo luminoso.

Según se produzca una de estas situaciones en los eclipses, se habla de zonas de totalidad, de parcialidad o de anularidad, haciendo referencia con ello al tipo de eclipse que se puede observar desde cualquier punto de la superficie terrestre. A causa del movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y del movimiento de la Tierra alrededor de sí misma, la sombra de la Luna sobre la superficie terrestre se mueve a unos 15 km/s. La fase de totalidad para un determinado punto geográfico no supera por tanto los ocho minutos. Esta zona puede tener anchura y longitud máxima de 200 y 15.000 km respectivamente.

Un eclipse lunar consiste en el paso de un satélite planetario, como la Luna, por la sombra proyectada por el planeta, de forma que la iluminación directa del satélite por parte del Sol se interrumpe. Tienen lugar únicamente cerca de la fase de luna llena, y pueden ser observados desde amplias zonas de la superficie terrestre, particularmente de todo el hemisferio que no es iluminado por el Sol, siempre que la Luna esté por encima del horizonte.

domingo, 1 de marzo de 2015

¿Se mueven las estrellas?

Fuente: feinstein


En realidad, todas las estrellas se mueven. La aparente invariabilidad de la forma de las constelaciones es producto de la enorme distancia que nos separa de las estrellas, algo que hace inapreciable su movimiento a simple vista y que sólo pueda percibirse comparando observaciones separadas por largos períodos de tiempo, décadas o centurias.
Fuente: elmundo

Edmund Halley determinó por primera vez en 1718 el movimiento de las estrellas, comparando las posiciones de tres estrellas muy brillantes: Arturo, Proción y Sirio, dadas por Ptolomeo (85-165 d.C.) en el famoso Almagesto, con las que él mismo había medido. Encontró que ellas habían variado de posición en relación con las estrellas vecinas poco brillantes: la diferencia que halló fue de 1° para Arturo y 0,5° para Sirio.

Movimiento propio
El desplazamiento aparente de las estrellas en el cielo se designa como movimiento propio y se indica en segundos de arco por año ("/año).

Si se comparan dos fotografías de la misma región del cielo, obtenidas con un intervalo de unos 50 años o más, es relativamente sencillo comprobar y medir los diversos movimientos de las estrellas en sentido perpendicular a la visual. Es evidente que este movimiento propio es el desplzamiento en el espacio de la estrella proyectada en el cielo.

Los movimientos propios son, en general, muy pequeños; la enorme mayoría de las estrellas tienen movimientos propios del orden de 0,001"/año, salvo algunas poces estrellas con algo más de 1"/año. Un caso muy particular es la llamada estrella de Barnard que presenta un movimiento propio de 10,25"/año, que equivale a 1° cada 350 años.

Velocidad radial
La velocidad radial es la componente de la velocidad de la estrella en el sentido de la visual dirigida a la misma.

La medición de las velocidades radiales se realiza mediante el análisis del espectro de las estrellas; las líneas espectrales de los elementos de la serie periódica que aparecen en él se desplazan hacia el azul o hacia el rojo según que la fuente luminosa se acerque o se aleje del observador (efecto Doppler).

Por otra parte, ese desplazamiento de las líneas en el espectro es proporcional a la velocidad de la fuente, lo cual permite determinar la velocidad radial de una estrella midiendo el corrimiento de las líneas de su respectivo espectro. La medida se reduce a obtener el espectro de la estrella superpuesto a un espectro de comparación de una fuente terrestre. Si en el espectro estelar se mide el desplazamiento, mediante la expresión del efecto Doppler encontramos que:

la velocidad radial es igual al producto de la velocidad de la luz c multiplicada por el desplazamiento de la longitud de onda de esa misma línea con respecto a la posición normal de la línea en un espectro de referencia determinado en un laboratorio terrestre.
El valor resulta dado en las mismas unidades que la velocidad de la luz c, y generalmente se lo indica en kilómetros por segundo. Puede ser de acercamiento (con signo negativo) o de alejamiento (con signo positivo), según que las líneas espectrales se hayan corrido hacia el azul o bien hacia el rojo.

Se han medido las velocidades radiales de muchos miles de estrellas, las cuales oscilan entre 0 y 400 km/seg, medidas expresadas con relación al Sol; sin embargo, la mayoría de las estrellas tiene velocidades comprendidas entre 10 y 40 km/seg y son raras aquellas que presentan una velocidad radial superior a los 100 km/seg.

Además de completar la descripción del movimiento de las estrellas, la velocidad radial permite acceder a otro tipo de información respecto de las características físicas de estos astros.

Veamos algunos ejemplos. En el caso de las estrellas dobles, la velocidad radial del sistema presenta variaciones periódicas que ponen en evidencia sus movimientos orbitales. De la misma manera, en ciertas estrellas variables llamadas pulsantes la variación de la velocidad radial se origina a causa de la expansión y contracción de su superficie.

Velocidad espacial
El movimiento de las estrellas se realiza en tres dimensiones. El llamado movimiento propio es perpendicular a la visual, con el cual puede determinarse la velocidad tangencial de la estrella, si se conoce la distancia a la que se encuentra la estrella, y además, se acercan o se alejan del observador, desplazamientos que se miden a través de la denominada velocidad radial.

El desplazamiento total de una estrella se calcula sobre la base de sus velocidades radial (Vr) y tangencial (Vt), componiendo ambas mediante la regla del paralelogramo. La composición de dichas velocidades se conoce como velocidad espacial de la estrella (Ve) y se expresa como:

Ve2 = Vr2 +Vt2
La Ve que resulta es la velocidad espacial relativa de la estrella con respecto al observador; para obtener la velocidad absoluta se debe restar la velocidad del observador.

La dirección del movimiento de la estrella se deduce geométricamente de la razón entre sus velocidades radial y tangencial; puede estimarse además por el ángulo que forma la velocidad espacial con la dirección de la visual.

Sirio, la estrella más brillante del cielo tiene una velocidad radial de -8 km/seg.

El astrónomo J.H. Oort descubrió en 1927 que las velocidades radiales de las estrellas evidencian un efecto producto de la rotación de la galaxia. Como las estrellas situadas entre el Sol y el centro galáctico se mueven más rápidamente, para un observador situado en el Sol (o en la Tierra), aquella que todavía no alcanzó al Sol tiene Vr negativa (es decir, se acerca). Sucede lo contrario con las estrellas que se desplazan externamente al Sol; como se mueven más lentamente, aquella que todavía no ha sido alcanzada por el Sol tiene Vr negativa (es decir, se acerca), y finalmente la estrella que quedó atrás tiene Vr positiva (se aleja). Las estrellas que están a la misma distancia que el Sol del centro galáctico parecerían estar en reposo; todo esto con referencia exclusiva al movimiento de rotación de nuestra galaxia.

Ahora bien, por otra parte, en la mayoría de las galaxias se observa un corrimiento al rojo intrínseco (es decir, una velocidad radial positiva), el cual aumenta uniformemente con la distancia, un tema que trae aparejado complejas cuestiones cosmológicas.

domingo, 22 de febrero de 2015

Los primeros días...

Fuente: astromia

Desde los tiempos de Newton se ha podido especular acerca del origen de la Tierra y el Sistema Solar como un problema distinto del de la creación del Universo en conjunto. La idea que se tenía del Sistema Solar era el de una estructura con unas ciertas características unificadas:

Fuente: medciencia
1. - Todos los planetas mayores dan vueltas alrededor del Sol aproximadamente en el plano del ecuador solar. En otras palabras: si preparamos un modelo tridimensional del Sol y sus planetas, comprobaremos que se puede introducir en un cazo poco profundo.

2. - Todos los planetas mayores giran entorno al Sol en la misma dirección, en sentido contrario al de las agujas del reloj, si contemplamos el Sistema Solar desde la Estrella Polar.

3. - Todos los planetas mayores (excepto Urano y, posiblemente, Venus) efectúan un movimiento de rotación alrededor de su eje en el mismo sentido que su revolución alrededor del Sol, o sea de forma contraria a las agujas del reloj; también el Sol se mueve en tal sentido.

4. - Los planetas se hallan espaciados a distancias uniformemente crecientes a partir del Sol y describen órbitas casi circulares.

5. - Todos los satélites, con muy pocas excepciones, dan vueltas alrededor de sus respectivos planetas en el plano del ecuador planetario, y siempre en sentido contrario al de las agujas del reloj. La regularidad de tales movimientos sugirió, de un modo natural, la intervención de algunos procesos singulares en la creación del Sistema en conjunto.

Por tanto, ¿cuál era el proceso que había originado el Sistema Solar? Todas las teorías propuestas hasta entonces podían dividirse en dos clases: catastróficas y evolutivas. Según el punto de vista catastrófico, el Sol había sido creado como singular cuerpo solitario, y empezó a tener una «familia» como resultado de algún fenómeno violento. Por su parte, las ideas evolutivas consideraban que todo el Sistema había llegado de una manera ordenada a su estado actual.

En el siglo XVI se suponía que aun la historia de la Tierra estaba llena de violentas catástrofes. ¿Por qué, pues, no podía haberse producido una catástrofe de alcances cósmicos, cuyo resultado fuese la aparición de la totalidad del Sistema? Una teoría que gozó del favor popular fue la propuesta por el naturalista francés Georges-Louis Leclerc de Buffon, quien afirmaba, en 1745, que el Sistema Solar había sido creado a partir de los restos de una colisión entre el Sol y un cometa.

Naturalmente, Buffon implicaba la colisión entre el Sol y otro cuerpo de masa comparable. Llamó a ese otro cuerpo cometa, por falta de otro nombre. Sabemos ahora que los cometas son cuerpos diminutos rodeados por insustanciales vestigios de gas y polvo, pero el principio de Buffon continúa, siempre y cuando denominemos al cuerpo en colisión con algún otro nombre y, en los últimos tiempos, los astrónomos han vuelto a esta noción.

Sin embargo, para algunos parece más natural, y menos fortuito, imaginar un proceso más largamente trazado y no catastrófico que diera ocasión al nacimiento del Sistema Solar. Esto encajaría de alguna forma con la majestuosa descripción que Newton había bosquejado de la ley natural que gobierna los movimientos de los mundos del Universo. El propio Newton había sugerido que el Sistema Solar podía haberse formado a partir de una tenue nube de gas y polvo, que se hubiera condensado lentamente bajo la atracción gravitatoria. A medida que las partículas se aproximaban, el campo gravitatorio se habría hecho más intenso, la condensación se habría acelerado hasta que, al fin, la masa total se habría colapsado, para dar origen a un cuerpo denso (el Sol), incandescente a causa de la energía de la contracción.

En esencia, ésta es la base de las teorías hoy más populares respecto al origen del Sistema Solar. Pero había que resolver buen número de espinosos problemas, para contestar algunas preguntas clave. Por ejemplo: ¿Cómo un gas altamente disperso podía ser forzado a unirse, por una fuerza gravitatoria muy débil?

domingo, 15 de febrero de 2015

Origen de los signos

Fuente: lossignosdelzodiaco

El nombre zodiaco proviene del hecho de que la mayoría de estas constelaciones tienen nombres de animales, derivándose la palabra zodíaco de la palabra griega zoon (‘animal’). Etimológicamente es indistinto escribir zodíaco con tilde o zodiaco sin ella, de acuerdo con el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española.

Fuente:coolradiohd
Isaac Newton propuso la teoría de que los doce nombres de las antiquísimas constelaciones zodiacales rendían homenaje al mito de Jasón y los argonautas y su viaje en pos del vellocino de oro. Así Aries hace referencia al propio vellocino, Leo al héroe Heracles (Hércules romano), que vestía la piel del león de Citerón, Géminis a los gemelos Cástor y Pólux, Virgo a la sacerdotisa del templo donde se custodiaba el vellocino, etc.


  • . Aries: El carnero con el que viajaron Frixio y Hele, cuando salieron de su país natal para llegar a la Colquide. Fue posteriormente el vellocino de oro.
  • Tauro: Existen dos versiones 1) El Toro de Creta, una bestia mítica que habitaba en aquella zona. 2) La forma que adoptó Zeus cuando raptó a Europa.
  • Géminis: Los gemelos Cástor y Pólux. Pólux era inmortal, no así su hermano Cástor. Cuando Cástor murió, Pólux ofreció su inmortalidad por salvar a su hermano.
  • Cáncer: El cangrejo que envió Hera a ayudar a la Hidra de Lerna, cuando ésta luchaba contra Hércules.


  • Leo: El León de Nemea, muerto a manos de Hércules, que lo estranguló, pues su piel era impenetrable. El héroe lo despellejó con sus propias garras (lo único que podía herirlo) y se quedó la piel como su símbolo.
  • Virgo: El mito es el de Astrea, titánide hija de Ceo y Febe, que aún habiendo tenido una relación amorosa con el también titán Perses, de cuya unión fue fruto Hécate (diosa de la Oscuridad y las Encrucijadas), resistió virtuosamente los devanéos de Zeus para no convertirse en otra aventura carnal del “tonante”. A causa de esto fue convertida en una isla casi desierta y abandonada, Ortigia.
  • Libra: Mito que se atribuye a Dice, la diosa de la Justicia, así como en antiguas representaciones romanas se ilustraba a Julio César portando una balanza, como símbolo de su poder y justicia. Más tarde se suprimiría al gobernante romano y se mantendría la figura de la balanza.
  • Escorpio: Escorpión que la diosa Artemisa envió contra el gigante cazador Orión. Como Orión era un poco corto de mente, lo pisó y el escorpión le clavó el aguijón. Ambos murieron y Zeus puso a cada uno en frente del otro, para que no se peleasen.
  • Sagitario: El centauro Quirón, médico de los médicos, cansado de su condición de inmortal, decidió cambiarla por la salvación de Prometeo. Cuando el trato estuvo formalizado, Prometeo le preguntó “¿Por qué lo has hecho? Ahora que estás muerto, por mucho que te canses, no vas a poder cambiarlo…”
  • Capricornio: Representación de la Cabra Amaltea, la que amamantó a Zeus cuando su madre Rea lo escondió de la vista de su padre Cronos.
  • Acuario: El joven Ganímedes, el escanciador de los dioses en el Olimpo. Un joven de extremada belleza que consiguió el amor del Dios Zeus.
  • Piscis: Cuando los dioses huyeron del titán Tifón, muchos adoptaron formas animales. Ares y Afrodita lo hicieron en forma de peces y fueron pescados por un pescador. Otras fuentes dicen que fueron los malditos Cadmo y Harmonía los que fueron pescados.

domingo, 8 de febrero de 2015

Astrología: la máquina de asemejar

Fuente: henciclopedia

El procedimiento esencial de la astrología consiste en tomar un fragmento del cosmos que acoge temporalmente al hombre, e intentar, a través de ese fragmento, reconocer la totalidad a la que pertenece. Los ‘signos zodiacales’ son verdaderos signos, es decir, cosas que están en lugar de otras, que refieren a otras. A diferencia de las palabras escritas frágilmente en papel, que son los clásicos signos de cualquier lenguaje, estos extraños ‘signos’ zodiacales están escritos ‘para siempre’ sobre el enorme pizarrón nocturno, en una especie de lección muy complicada y dudosa que nunca se termina de aprender.


Una carta natal es un diseño astronómico de un momento único en el desarrollo del Todo. Volviendo a la noción de símbolo mencionada al inicio: para los practicantes de la astrología es, de algún modo, aquel fragmento de cerámica que el todo regala a sus criaturas cuando se van a vivir en la Tierra de la manifestación objetiva y fragmentada, para que luego recuerden y reconozcan a través de su estudio qué otro espacio más total una vez les dio origen.

Desde este punto de vista, la astrología es una de las tantas formas -tal vez desesperadas- que existen de salvar la caída, de reconstruir cualquier plenitud perdida y añorada. Bastante más y bastante menos que una ciencia -como creen algunos entusiastas entre sus practicantes-, parece ser también una herramienta de consolación. Tal vez por eso ha vivido siempre en una tensión mal resuelta y a menudo belicosa con las religiones institucionales: pregona que el propio intelecto, el propio raciocinio y la propia intuición del hombre son suficientes para dialogar con la propia divinidad, y amenaza así el papel vicario que las estructuras rituales y las jerarquías sacerdotales juegan en esas religiones. Algo fáustico de quien se pierde por su soberbio deseo de conocimiento amenaza, por cierto, a todo astrólogo de cualquier época.

De hecho, aunque los hombres no se ponen de acuerdo acerca de lo que es, algo interesante tiene que haber en la astrología, si ha seguido viva a pesar de que murió definitivamente ya dos veces -entre los años 500 y 1200, y en el siglo XVII. La ciencia no ha podido matarla, tal vez porque, hasta ahora, ningún científico ha constatado que los viejos símbolos -y entre ellos los planetarios y zodiacales-, hayan abandonado el sótano de nuestra psique, donde están las bases de nuestra capacidad para interpretar el libro del mundo.

domingo, 1 de febrero de 2015

El Universo...

Fuente: astromia

El Universo es todo, sin excepciones. Materia, energía, espacio y tiempo, todo lo que existe forma parte del Universo.
Fuente: emiliosilveravazquez

Es muy grande, pero no infinito. Si lo fuera, habría infinita materia en infinitas estrellas, y no es así. Al contrario: en cuanto a la materia el universo es, sobre todo, espacio vacío.
El Universo contiene galaxias, cúmulos de galaxias y estructuras de mayor tamaño llamadas supercúmulos, además de materia intergaláctica. Todavía no sabemos con exactitud la magnitud del Universo, a pesar de la avanzada tecnología disponible en la actualidad.

La materia no se distribuye de manera uniforme, sino que se concentra en lugares concretos: galaxias, estrellas, planetas... Sin embargo, el 90% del Universo es una masa oscura, que no podemos observar. Por cada millón de átomos de hidrógeno los 10 elementos más abundantes son:Nuestro lugar en el Universo

Nuestro mundo, la Tierra, es minúsculo comparado con el Universo. Formamos parte del Sistema Solar, perdido en un brazo de una galaxia que tiene 100.000 millones de estrellas, pero sólo es una entre los centenares de miles de millones de galaxias que forman el Universo.

La teoría del Big Bang explica cómo se formó

Dice que hace unos 13.700 millones de años la materia tenía una densidad y una temperatura infinitas. Hubo una explosión violenta y, desde entonces, el universo va perdiendo densidad y temperatura.

El Big Bang es una singularidad, una excepción que no pueden explicar las leyes de la física. Podemos saber qué pasó desde el primer instante, pero el momento y tamaño cero todavía no tienen exp